Parece evidente que para determinados usos, como pueden ser los que tienen connotaciones más deportivas, es muy aconsejable utilizar un buen casco homologado.
Su uso en España es obligado para los menores de 16 años en todos los casos posibles, y fuera del casco urbano o ciudad para los adultos a partir de los 16 años. Hay alguna excepción: como en caso de cuestas arriba muy pronunciadas y prolongadas, por causas médicas acreditadas mediante certificado médico o en condiciones extremas de calor, los ciclistas podrán prescindir del uso del casco.
Nosotros vamos más allá y recomendamos dar ejemplo libremente y extender más su uso, llevándolo siempre que montes en bicicleta; una caída puede ocurrir en cualquier momento, hay ocasiones en las que vas al suelo cuando menos peligro parece haber, probablemente debido a una mayor relajación del ciclista. O sea, también en ciudad o casco urbano.
A muchos de nosotros la experiencia parece querer demostrarnos como el casco puede reducir las posibles lesiones, sobre todo cuando sufrimos una caída (puede ser más discutible su eficacia en accidentes mayores con vehículos pesados involucrados); después de años montando en bicicleta con bastante frecuencia, saliendo con nuestros amigos por todo tipo de caminos de montaña (más o menos técnicos) o participando en marchas cicloturistas y deportivas de carretera, no somos pocos los que tenemos algún casco dañado como recuerdo, para que así no se nos olvide su uso.
Por suerte, los cascos actuales son generalmente ligeros y relativamente cómodos, es fácil acostumbrarse a usarlos. No es extraño ver, en algunos eventos, ciclistas con el casco puesto, incluso cuando detienen la marcha durante unos pocos minutos, por ejemplo durante un avituallamiento.
Algunos consejos sobre el uso del casco:
– Ten claro que llevar casco no evita en modo alguno que se produzcan caídas o accidentes, ni tampoco garantiza protección total ante cualquier tipo de impacto (por ejemplo en accidentes con vehículos motorizados o pesados implicados, donde su eficacia es muchísimo menor), extrema las precauciones
– El casco debe estar bien nivelado, cubrir parte de la frente (un par de dedos por encima de las cejas) y debe permanecer fijo, pero sin llegar a resultar incómodo
– La correa de sujeción debe estar bien ajustada y abrochada (siempre) para que no se mueva en ningún momento el casco. Centraliza la hebilla para que quede por debajo de la barbilla. Será más fácil ajustar las correas con el casco quitado. Una vez ajustada, debería haber un pequeño margen, de forma que puedas colocar un dedo entre la correa y tu barbilla. Si abres la boca al máximo, deberías sentir como el casco presiona tu cabeza
– Las correas laterales también deben estar bien fijadas y ajustadas por debajo de cada oreja, formando una V
– Después de un golpe o accidente, aunque no se aprecien daños externos, el casco debería ser sustituido. Es fácil que el golpe modifique la estructura interior del casco y, por lo tanto, el nivel de absorción y protección
– El casco debe ser específico para bicicletas y debe estar certificado y homologado
– Asegúrate de que el casco es de la talla adecuada. Los cascos suelen servir para varios tamaños, por ejemplo para un rango de 54-58 cm de cabeza. Cuanto menor sea el rango para el que está fabricado el casco, si se ajusta bien en tu cabeza, mejor te quedará, es obvio
– No expongas nunca el casco a sustancias dañinas como disolventes, limpiadores, etc.
– Escoge colores que te hagan más visible
– Ten en cuenta que los cascos caducan. Cuando compres uno siempre fíjate en la fecha de fabricación (debe estar indicada en una etiqueta en el interior del casco), a partir de entonces será eficaz durante una media de 3 a 5 años, según el modelo
– Si tu casco queda inutilizable por una caída o accidente, hay ocasiones en las que los fabricantes te hacen importantes descuentos en un casco nuevo
– No creas que el casco más caro siempre va a ofrecerte una mayor protección. A partir de un cierto precio (digamos entre 50 y 80 euros), un coste mayor seguramente se debe sólo a una mejor terminación, peso sensiblemente menor, diseño más logrado o actual, más aerodinámico, etc.
Si quieres puedes promocionar el uso del casco uniéndote a nuestro grupo «Casco en bici ¡sí!» en Facebook http://www.facebook.com/group.php?gid=93139968753&ref=mf
Excelente artículo, absolutamente de acuerdo, a mí usar casco me salvó en un accidente que tuve el año 2008. En un volcamiento salí disparado por sobre la rueda delantera y no alcancé a poner las manos y aterricé en el pavimento literalmente de cabeza, el casco aguanto el impacto y se partió en dos absobiendo en primera instancia el impacto, sino me hubiera partido el cráneo. estuve dos días hospitalizado y me quedaron sólo cicatricez menores. Desde entonces que puedo hablar a un ciclista que va sin casco le insisto en la importancia de usarlo. Sobre la seguridad en la bici puedo hacer un aporte con este artículo
http://www.suite101.net/content/consejos-para-andar-en-bicicleta-a24666
Tema delicado el de obligar el casco.En una caida normal(la mayoria)lo que mas sufren son los antebrazos ,hombro ,manos y muñecas, ademas de rodillas y cadera,es raro golpear con la cabeza, a no ser que te caigas por un barranco o te pegues con una roca grande.Depende mucho del ciclismo que practiques y velocidad(problemas mecanicos aparte).Mal no te va a hacer,aparte del calor.
Hola, creo que es una buena medida de seguridad, yo he recibido dos golpes en la cabeza en un par de caidas, en una de ellas clavé el casco (zona de la sien) contra una enorme roca en un arcén, el daño se lo llevó el hombro, pero no se si el golpe en la cabeza sin casco hubiera sido peor, quizás no, pero nunca se sabe.
Está claro que es más normal otro tipo de roturas que en la cabeza, y normalmente no son vitales pero aunque la probabilidad sea pequeña, mejor cubrirse, ¿no? En mi caso me suele molestar más el sillín que el casco, pero desde luego no pienso quitarlo.