madrid05_ciclonudistaEste sábado 13 de junio se celebra la 6ª manifestación ciclonudista de alcance mundial. Esta marcha reivindicativa, que reclama la “recuperación de la calle” para ciclistas y peatones se organiza a través de diferentes asociaciones locales relacionadas con la bicicleta, de forma simultánea en todas las ciudades.

En http://www.ciclonudista.net puedes consultar las ciudades en las que tendrá lugar esta actividad nudista, así como el colectivo que se encarga de ponerla en marcha.

Estas son las respetables peticiones que hacen los convocantes:

Justicia en las calles, esto es lo que demandamos con firme convicción y muy en serio, pero a la vez con simpatía, pasando un buen rato. Los coches nos imponen su ley: velocidad, prepotencia, «malos humos» y violencia. Por eso al desplazarnos en bicicleta cada día por la ciudad convertimos nuestra movilidad en un acto de desobediencia cotidiano. Si además, nos manifestamos en bicicleta y desnudos convertimos la desobediencia en una protesta ejemplar.

Denunciamos que nuestras calles han sido secuestradas por el coche privado que colapsa las ciudades degenerándolas en lugares hostiles y peligrosos. El coche mata y su impunidad nos escandaliza. Demasiados intereses de multinacionales belicistas del petróleo y del automóvil están en juego si esto se cuestiona.

Proponemos un modelo de ciudad donde las personas recuperen su espacio, donde se reduzcan las necesidades de desplazamiento y se apueste por el peatón (que somos todos) y por los medios de transporte menos contaminantes y más eficaces.

¿Por qué en bicicleta? La bicicleta es un medio de transporte urbano solvente, saludable, ecológico y divertido. Es un icono, un símbolo de libertad y un instrumento práctico de transformación social. No paga tributos, no gasta petróleo, no colabora con el desarrollismo destructor ni con la guerra global.

¿Por qué desnudos? Porque nos sentimos desnudos ante el tráfico por la falta de respeto de los conductores y la desidia de los gobernantes. Con la desnudez hacemos visible la fragilidad de nuestras «carrocerías» (nuestro propio cuerpo). Además, mostramos nuestro cuerpo con naturalidad, rompiendo el pudor, desmontando tabúes respecto a nuestro físico impuestos por la moda y la avaricia de la industria transnacional textil. En definitiva, nos enfrentamos al tráfico urbano con el cuerpo desnudo sobre la bicicleta como la mejor forma de defender nuestra dignidad y de vivir la lucha social.